Páginas

sábado, 4 de agosto de 2007

REFLEXIÓN A TODA COSTA

Por Fredy Massad y Alicia Guerrero Yeste
Publicado en ABCD las Artes y las Letras - Número 809

En las dos últimas décadas, las metrópolis del sur de Europa y del Mediterráneo se han convertido en destino de los flujos migratorios europeos, tanto internos como externos, particularmente procedentes del norte. Paralelamente, se está registrando en las costas un proceso de dispersión urbana de grandes dimensiones y rápido crecimiento. En poco menos de treinta años, buena parte de las ciudades y regiones metropolitanas europeas han duplicado -y en ocasiones, triplicado- la ocupación del suelo urbano en relación a su historia anterior.

España es el segundo país en el ránking mundial de número de turistas y ganancias del sector. Vive el proceso de urbanización más acelerado de su Historia. La costa mediterránea concentra actualmente al 44 por ciento de la población y al 42 por ciento del PIB. En las provincias costeras del Mediterráneo se concentran 17 millones de habitantes, cifra que, según estimaciones oficiales, ascenderá a 21 millones en el año 2020. Por su velocidad de desarrollo y sus niveles de concentración, equiparables a los de Shanghai, Río de Janeiro o Tokio, la costa mediterránea española se ha convertido en la primera megalópolis europea. A partir de la constatación de esta situación, se hace preciso reflexionar sobre el desarrollo del turismo de masas y la sobreurbanización del literal costero, haciendo hincapié en los efectos causados, un asunto de reflexión ineludible.

Del compromiso con esta reflexión parte el equipo integrado por Manuel Gausa, Silvia Banchini y Luis Falcón, que se han propuesto analizar sus fenómenos a través de las actividades de la asociación Intelligent Coast (www.intelligentcoast.es), una de las cuales ha sido el simposio realizado a finales de julio en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona bajo el título de Turismo XXL. La Megalópolis Europea.

Superurbanizado. La idea de este formato parte de la lectura de la costa mediterránea como un territorio superurbanizado, en sintonía con los postulados generados durante los años 90 por Rem Koolhaas y la visión expuesta por MRVDV en Costa Ibérica. Pero, esta vez, el análisis propuesto por Manuel Gausa y su equipo encuentra un sólido punto de rigor y comprende que se trata de un tema que debe ser estudiado y discutido de forma plural, alejado de actitudes de intelectualismo lúdico, localizando a todos los actores involucrados (políticos, arquitectos, urbanistas, promotores urbanísticos, ecologistas, empresarios turísticos, compañías aéreas de bajo coste) y abriendo un debate basado en la formulación de las preguntas necesarias para analizar, desde una perspectiva global, el estado de la cuestión del turismo en la costa mediterránea española en sus diferentes dimensiones.

Las ponencias se distribuyeron en tres bloques, analizando las dinámicas del fenómeno de la densificación costera a nivel global; la actividad de los agentes implicados en la creación de nuevos modelos de planteamiento urbano, responsables de políticas territoriales y diferentes sectores de la empresa privada; y, finalmente, el examen a diferentes proyectos internacionales, planteando diferentes criterios sobre cómo intervenir en los territorios costeros. El simposio se planteaba ante todo desde la formulación de preguntas: quiénes son los agentes responsables, señalando y reflexionando las directrices para el desarrollo de la costa; qué conflictos y beneficios contienen las actuales políticas de gestión y las dinámicas de ocupación y estructuración de los territorios; cómo producir nuevos modelos de espacio costero; cómo generar una situación en la que se equilibre la protección ecológica y calidad del entorno con los intereses económicos.

Dentro del inmovilismo. El objetivo perseguido por Intelligent Coast es generar el necesario diálogo que produzca soluciones consistentes, pero el simposio se deshizo por la falta de autocrítica existente y las defensas exacerbadas y sordas que se postularon, habiéndose mostrado por parte de la mayoría de los participantes un autismo en defensa de los intereses propios de las empresas u organizaciones a los que los ponentes representaban. La falta de aceptación y apertura hacia otras posturas -que podrían enriquecer el diálogo y hacer emerger coincidencias productivas- han hecho caer dentro del inmovilismo a este seminario.

La discusión, a grandes rasgos, se dividió entre integrados y apocalípticos; entre fascinados y detractores; entre los que se oponen a que la costa pase a ser un parque temático -proponiendo paralizar todo y dar marcha atrás sin argumentos claros de cómo lograrlo- y los que sólo ven en la superdensificación beneficios y enfatizan el mantenimiento de las presentes e insostenibles dinámicas. En este orden de cosas, se advierte que los arquitectos tienen poco o nada que decir e intervenir sobre la cuestión si no se manejan al servicio de intereses profesionales creados.

Al apelar a la actual tendencia de imbuir todo ejercicio de pensamiento sobre arquitectura de un reclamo mediático, se optó por promocionar las ideas que surgían de una conversación entre dos figuras entronizadas, que se han arrogado a sí mismas del título de profetas y analistas de la realidad sucia de nuestro tiempo: Rem Koolhaas y Michel Houllebecq. Esto sirvió involuntariamente de colofón para probar el fracaso de las macro-ideas formuladas por individuos alejados del mundo sobre el que están opinando, de manera que sus pensamientos devienen frívolos y simples, inútiles más allá de servir en la construcción de la pose del personaje que ellos desean representar. Koolhaas, obsesionado por publicitar los actuales proyectos que OMA está realizando en Dubai, ha perdido toda su mordiente. Acomodado en sus oropeles, dio reflexiones huecas, y la conversación sostenida con el divagante y errático enfant terrible Houllebecq (cuya idea más «arriesgada» fue señalar el futuro de la costa española como geriátrico turístico) estuvo carente de auténtica inteligencia. Este último acto del simposio evidenció la necesidad de un cambio de orientación en las actitudes productoras de la teoría de nuestro tiempo dentro de la sociedad del espectáculo, puesto que, estos personajes, antes que aportar lucidez, se encargan de difuminar y entorpecer la realidad.

Un encuentro necesario. Turismo XXL. La Megalópolis Europea ha sido un encuentro necesario. Su equipo gestor ha demostrado capacidad para promover una actividad de reflexión amplia sobre una problemática urgente y compleja, dando comienzo a un debate que se irá articulando progresivamente, a medida que se sucedan nuevas iniciativas promovidas por Intelligent Coast, ante todo, comprendiendo que su actividad debe concentrarse en afianzar estrategias e ideas que permitan instigar una reacción de los actores involucrados para modificar claramente el destino de la costa mediterránea. Y esto obliga a huir de todas las especulaciones fastuosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario